¡Díganme que por favor ustedes son reales, díganme que de verdad tengo amigos!
martes, 21 de septiembre de 2010
Uno de mis mayores miedos
Es volverme loca, pero no loca de shuper loca, sino de enferma, de esquizofrénica . Recuerdo una vez en que mi profe de lenguaje contó que a 4 de sus compañeros los tuvieron que internar por problemas mentales ¿La causa? se volvieron locos de tanto leer. Un ejemplo más universal es el de el ingenioso hidalgo Don Quijote, a quien perturbó su psiquis el ser asiduo lector de novelas de caballería. ¡Lindo sería que me de por creerme o imitar a algún personaje de los libros que he leído! y más lindo aún si es que Sade está dentro de las opciones. Por otro lado, está la vida del profesor Nash, quien creía conocer gente que en realidad sólo estaba en su imaginación. Eso si que es difícil, no distinguir el límite de lo que es real de lo ficcionario, distorsionar la misma realidad; brígido, porque obviamente uno no lo nota, son imágenes tan verídicas como la vida misma ¿Cómo saber cuando es producto de mis delirios y cuando no? ¿Qué tal si todo mi entorno son alucinaciones provocadas por un daño mental?
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